martes, 24 de enero de 2012

TALLER LITERARIO ALAJUELENSE REINICIA ACTIVIDADES EL 28 DE ENERO DE 2012

El Taller Literario Alajuelense reiniciará sus actividades el sábado 28 de enero, a las 3 pm. Nuestros encuentros se llevarán a cabo en el segundo piso del Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, Alajuela. Aula 18.
Esperamos contar con su presencia para las actividades del 2012, que incluirá coloquios con escritores nacionales y presentación de libros. 

Coloquios del mes de diciembre de 2011: Adriana Hidalgo y Warren Ulloa

El sábado 3 de diciembre de 2011, el Taller literario alajuelense recibió la visita de la escritora Adriana Hidalgo, en un foro llamado “La narrativa psicológica de Adriana Hidalgo: la mujer obscura del balcón”.
Adriana Hidalgo es autora de “La mujer oscura del balcón”, libro de cuentos publicado bajo el sello editorial Uruk, en el que deja patente su gran calidad como narradora, cuya obra se caracteriza por enfatizar la psiquis de cada uno de sus protagonistas. Adriana Hidalgo disecciona a sus personajes a lo largo de la trama, les desnuda, les quita la piel permitiendo que el lector les perciba como entes traslúcidos de los cuales, gracias precisamente a la agudeza introspectiva de la narración, puede comprender su accionar y devenir.

El sábado 10 de diciembre el taller tuvo el agrado de recibir al escritor Warren Ulloa, autor del libro de cuentos Finales aparentes y la novela Bajo la lluvia Dios no existe, ambos publicados por Uruk editores. En la obra de Ulloa encontramos irreverencia y afán por atrapar al lector en ambientes que no le van a resultar confortables, moralmente hablando, dando pie al auto cuestionamiento. Su más reciente obra, Bajo la lluvia Dios no existe, está escrita con un lenguaje directo que resultará soez para algunos lectores, pero que resulta ser la transcripción fiel de la jerga juvenil costarricense; el desparpajo con el que Ulloa disecciona la vida de sus personajes es una invitación para que los escritores jóvenes generen su propia literatura a partir de lo que les es inmediatamente familiar, compromiso que asume un escritor joven cuando emprende su proyecto literario, donde la transgresión es norma, algo que quizá, el mismo Ulloa, al inicio del suyo propio, dejó latente en el epigrama de su primer libro: “Sin embargo, pese a todo, continúo admirando a los jóvenes escritores. De la misma forma que admiro a los jóvenes boxeadores - Roberto Bolaño”.