jueves, 14 de julio de 2011

Murió Facundo Cabral pero ahí no termina la cosa, él era el hijo de Sara y eso es suficiente. La historia es una sola, la del caminante de Tandil. Afirmó que nunca perdió por la fuerza que solo el amor le había vencido. El mensajero de la buena voluntad que dejó un legado de paz y de esperanza, fuera de la barata disertación de cursos motivacionales postmodernistas. Claro que después de escucharlo el mundo parece mejor, las oficinas son más frías y la sábana de la compañía aún más caliente. Con Facundo Cabral cada día es renovación, oportunidad, el día preciso en que se toma la decisión de ser feliz, es decir de estar loco, benditamente loco como diría este amigo de Borges, de la madre Teresa de Calcuta y del Dalaí Lama.

¿Por qué no he escrito sobre la indignación que me causa su asesinato o sobre la cobardía de los perpetradores? Porque no merecen más que una línea de repudio.



David Monge Arce

jueves, 7 de julio de 2011

Visita del escritor Rodolfo Arias Formoso

El sábado 8 de enero de 2011, el Taller Literario Alajuelense recibió la visita del escritor Rodolfo Arias Formoso. El autor se refirió, entre otros temas, a la génesis de sus novelas Vamos para Panamá (1997) y Te llevaré en mis ojos (2007), así como al arte de escribir cuento. Arias Formoso compartió con los asistentes algunos cuentos incluidos en su primer libro de este género, La Madriguera (Lanzallamas, 2010), su obra más reciente y ganadora del premio nacional Aquileo Echeverría 2010.  
Entre los motivos del conversatorio no podía faltar su novela El emperador Tertuliano y la legión de los superlimpios (1991), valiente, jocoso y novedoso retrato de la identidad costarricense que es hoy un referente de nuestra literatura. Los asistentes pudieron escuchar, de propia boca de su autor, muchas anécdotas que rodearon la concepción de esta novela, que abriéndose paso desde el subsuelo terminó por ganarse el cariño de toda una nueva generación de lectores. Rodolfo Arias Formoso dejó patente que el humor mordaz es el perfecto aliado de la literatura crítica, demostrándolo en su propio discurso aquella tarde de sábado, transcurrida entre broma y broma, tarde de extremo calor, en palabras del personaje Tertuliano: “siempre hace mucho calor por esos lados de Alajuela para peores el bus pitaba y había que ir jalando”.




Reseña del escritor Bernabé Berrocal Morales